Entre las molestas criaturas que quieren a la cazadora de demonios Lily Marks muerta y el ángel caído que simplemente... la quiere, Lily está a punto de retirarse como cazadora y poder trabajar en una cómoda oficina.
El hecho de que ella y Julian sean amables el uno con el otro ha sido suficiente para que la hayan echado del Santuario, pero ella no puede desprenderse de su acosador no tan angelical o de cómo él peligrosamente la lleva cerca del éxtasis.
Su prohibida relación con Julian proporciona el combustible perfecto para que sospechen de ella cuando descubren que un traidor trabaja dentro del Santuario.
Lily rápidamente se encuentra perseguida por bueno, casi todo el mundo.
Su única esperanza es descubrir al verdadero traidor antes de que ella lo pierda todo y ella va a necesitar la ayuda de Julian.
Es decir si Julian está realmente allí para ayudarla... y no destruirla. Oh, sí. Ser Nephilim no es tan bueno como parece.
